La batería de mi linterna esta mala, esta pestañea haciéndome difícil el poder escribir esta noche. La sabana mágica me cubre nuevamente protegiéndome de los monstruos de mi armario. Los que están debajo de mi cama ahora son mis amigos, jugamos a las palabras infinitas claro, siendo ellos los precursores de estas, y lo son por que tienen todas las historias de niños. Si de niños asustados, que no saben que no había que temerle a lo que estaba debajo de su cama, si no a lo que le esperaba mas adelante al crecer y ser grande, al ver que ya los monstruos bajo su cama se fueron para no volver y así con ellos la inocencia de vivir cosas maravillosas que solo de niño se puede hacer realidad, expandiendo cada día mas el alma que caracteriza a cada uno, su imaginación. Y todo esto gracias a los monstruos bajo mi cama, ellos son magníficos, lo que no entiendo es por que no lo pueden ser los monstruos de mi armario....
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